Nº 59 - Enero / Marzo 2014
Carrocería y pintura
Piezas de plástico. Pintabilidad
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Una adherencia óptima garantiza que el usuario
no se sorprenda cuando al lavar el vehículo en una
estación de servicio, y al aplicar la pistola de lavado
sobre el paragolpes, o pieza en cuestión, para elimi-
nar los insectos adheridos sobre ella, se van la
suciedad y también la pintura, apareciendo grandes
desconchones.
La adherencia también se ve afectada por la
humedad, pero sus efectos son mucho más lentos. La
humedad, o en su caso el agua, penetra por los poros
de la pintura o por los extremos, y va avanzando lenta-
mente por debajo del recubrimiento hasta despegar
la imprimación del substrato. Los periodos de rocío,
los periodos de lluvia y los periodos de humedad
posteriores a la lluvia contribuyen durante la vida de
un automóvil a que sus efectos se hagan visibles con
el tiempo.
En Centro Zaragoza, las piezas de plástico para
componentes exteriores son sometidas a serios
ensayos que garantizan la calidad de las piezas certi-
ficadas. Para comprobar la compatibilidad química,
las piezas se ponen en contacto durante un tiempo
prolongado con una serie de disolventes y se verifica
que la imprimación no resulta afectada. Entre los disol-
ventes se encuentran los componentes mayoritarios
de los productos comerciales de limpieza y desen-
grasado. Por último se realiza una prueba de pintado
para comprobar que no reacciona la pintura,
removiendo la imprimación.
La prueba más dura a la que se someten las
piezas de recambio pintadas es la del lavado a alta
presión. Una vez convenientemente pintadas las
piezas, y superada la prueba de compatibilidad
química, se permite el secado de la pintura durante
siete días, para después someterlas a los efectos de
un chorro de agua procedente de una hidrolimpia-
dora. La boquilla de la lanza de la hidrolimpiadora
se sitúa a una distancia máxima de 10 centímetros,
y con el agua a 90
o
C de temperatura se hace incidir
sobre la superficie. Para favorecer el desprendimiento
de la pintura se practican dos incisiones en forma de
cruz de San Andrés hasta alcanzar el substrato y se
hace incidir el chorro de agua en la intersección de
los dos cortes.
Como podemos ver, la utilización de recambios
certificados por Centro Zaragoza supone de forma
implícita una seguridad en la calidad en los materia-
les y en los procesos de fabricación de dichos
recambios, evitando desagradables sorpresas durante
la preparación y acabado en el taller, con el consi-
guiente ahorro de tiempo y dinero, y añadiendo la
confianza de su durabilidad para el usuario.
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