Nº 61 - Julio / Septiembre 2014
nuación, se realiza su secado, alcanzando tempera-
turas de unos 160
o
C. El espesor de aparejo que se
obtiene son unas 30-35 micras.
Aplicación de la pintura de acabado:
La super-
ficie sobre la que se aplique la pintura de acabado
debe tener las condiciones óptimas antes de entrar a
la cabina de color, por lo que previamente, se repasa
cuidadosamente la carrocería en busca de posibles
defectos de chapa o pintura, debiendo ser elimina-
dos mediante lijado. A continuación, se realiza una
limpieza exhaustiva de la carrocería, mediante
soplado, lavado, secado (aprox. 135
o
C) y enfriamiento.
El acabado de un vehículo puede ser monocapa
o bicapa, si bien el porcentaje de bicapas en fabri-
cación es hoy en día mucho mayor en el caso de
turismos. El proceso consiste en la aplicación de base
de color por el interior y exterior de la carrocería,
secado intermedio (aprox. 50-80
o
C), enfriamiento y
aplicación de barniz nuevamente por el interior y
exterior de la carrocería, concluyendo con un secado
a unos 120-140
o
C. Las aplicaciones se realizan
mediante robots, de forma electrostática, y con pisto-
las aerográficas, automatizas o de forma manual. En
el caso bases metalizadas la última mano se aplica
sin carga electrostática, con pistola aerográfica, para
evitar problemas de color debido a la orientación que
se obtendría en la deposición de las partículas de
aluminio. Los espesores que se obtienen son unas 10-
15 micras en bases metalizadas, 15-20 micras en bases
sólidas y 35-50 micras en el barniz.
Es en esta parte del proceso de pintado donde
más inversiones y tecnología se están desarrollando
en búsqueda de la eficiencia, con un menor consumo
energético y de material, junto con la mejora
medioambiental, con una menor emisión de CO
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(hornos) y COVs (pinturas). Por este motivo, se han
ido introduciendo nuevas tecnologías en algunas fábri-
cas, como el proceso de pintado en húmedo sobre
húmedo de la base bicapa sobre el aparejo sin previo
secado, o incluso la eliminación del aparejo como
tal, aplicando una primera base agua con funciones
de aparejo directamente sobre la cataforesis y, a conti-
nuación, otra base agua que aporte el color definitivo,
para concluir con la aplicación del barniz. Ver gráfico.
Repaso y control final:
Tras el secado del barniz,
la carrocería se somete a un análisis para comprobar
la calidad del acabado obtenido, verificando que no
existen defectos en la pintura y que el color se encuen-
tra dentro de los límites establecidos respecto al color
de referencia.
C
